Centro comercial 2010: Pasos automáticos del consumismo al fascismo vía Ballard

El centro comercial Gran Vía fue el primero a nivel macro que se creó en Alicante. Hoy hay tres así, más dos o tres menos autocráticos, en la ciudad. Este, el de las fotos, el más perceptible como mole, está en decadencia, con comercios cerrados, locales siempre a punto de inauguración, zonas muertas y oscuras, eco en los pasillos por la mínima densidad poblacional y reformas eternas cuyo único sentido parece ser ajustar la forma del lugar a su espíritu. De todos, sólo uno (Plaza Mar 2) prevalece, con claro futuro, como un Leviatán del consumo, epicentro de la compra compulsiva que atrae a sus fauces a los compradores/ciudadanos perdidos, un remolino que recoge a los que abandonan a su suerte otros ancestrales templos de una década de antigüedad, siguiendo al mismo ídolo. A nadie le importa que vayan cayendo en ruinas mientras quede otro centro comercial tamaño monstruo rebosante de compradores al que poder ir. Uno que no sólo tenga sarro en forma de personas los sábados por la tarde, sino que acoja y reciba al peregrino con cientos de sectarios en su interior cualquier día de la semana.

– La gente siente que puede confiar en lo irracional. Ofrece la única garantía de libertad de entre toda la mierda y publicidad con la que nos alimentan los políticos, obispos y académicos. Las personas están re-primitivizándose deliberadamente. Anhelan la magia y la irracionalidad, que les funcionó en el pasado, y puede volver a ayudarles. Tienen muchas ganas de entrar en una nueva Edad Oscura. Las luces están encendidas, pero se refugian en la oscuridad más íntima, en la superstición y en lo irracional. El futuro va a ser una lucha entre vastos sistemas de psicopatías compitiendo entre sí, todas voluntarias y deliberadas, parte de un intento desesperado de escapar de un mundo racional y del aburrimiento del consumismo.

– ¿El consumismo lleva a la patología social? Difícil de creer.

– Va allanando el camino. La mitad de las cosas que compramos hoy no son mucho más que juguetes para adultos. El peligro es que el consumismo necesitará algo parecido al fascismo para seguir creciendo. Fíjate por ejemplo en el Metro-Centre y sus bajas ventas. Si cierras los ojos un momento ya parece como un mitin en Nuremberg. Las filas de vendedores, los largos pasillos rectos, los carteles y anuncios, el aspecto teatral en general.

– Pero no hay botas militares. No hay führers gritando enfadados.

– Todavía no. Sin embargo, están en la política de la calle. Nuestras calles son los canales de teletienda de la televisión por cable. Las insignias de nuestro partido son las tarjetas de crédito de oro y platino. ¿Te parece risible? Sí, pero la gente también pensó que los nazis eran un poco de broma. La sociedad de consumo es una especie de estado policial blando. Creemos que tenemos elección, pero todo es compulsivo. Tenemos que seguir comprando o fracasamos como ciudadanos. El consumismo crea necesidades inconscientes inmensas que sólo el fascismo satisface. Se puede incluso decir que el fascismo es la forma que toma el consumismo cuando se lanza a la locura electoral. Aquí ya lo puedes ver.

[Extracto de Kingdom come, de J. G. Ballard; la traducción es mía]

2 comentarios en “Centro comercial 2010: Pasos automáticos del consumismo al fascismo vía Ballard

  1. !Alucinante! Aunque se veía venir. Mi fascinación con la degeneración de este mall va en aumento. Tengo una gran curiosidad por ver hacia donde se dirigen sus mutaciones: mall abandonado para rodar peliculas de zombie, bazar, decadencia continua… Tengo pendiente una visita.

    PS: Si no le importa le voy a linkar…

  2. Yo espero hacer otra expedición en unas semanas, para ver si ha cambiado algo, si empiezan los primeros derrumbes, si hay cadáveres ya al fondo de los pasillos más oscuros…

    PD: Me importa, para bien :D

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